Poeta y traductora, Juana Bignozzi (Buenos Aires, 1937-2015) integró el grupo El Pan duro en la década del 60. Publicó, entre otros, Los límites (1960); Mujer de cierto orden (1967); Regreso a la patria (1989) y en 2000, la obra reunida La ley tu ley. En 2019, apareció póstumo por la editorial Adriana Hidalgo, Novísimos, de donde son extraídos estos poemas. Martín Rodríguez escribió para en la contratapa: «La muerte la encontró a Juana Bignozzi con las previsiones del caso: un apunte con el modo en que quería ser enterrada, el color de las flores que sus amigos debíamos llevar, la indicación principal de una tumba sin cruz y el cementerio público donde debía hacerse. Sobre estos detalles reposa también una contraseña del lugar que ocupó su escritura: que la muerte no tenga la última palabra...».
vuelvo a buscarte en esas casas
sólo en mis sueños
no estás no están las casas
y casi no está el barrio
por suerte
miserabilidades que el tiempo borró
pero sí estás vos en la casa
y mi juventud
un sueño
por suerte
un sueño
que sólo puede arruinar una noche
y devuélveme la memoria con el día
me hicieron heredar ese sentido de eternidad
desde la pobreza el único traje
me hicieron creer que teníamos todo
o sea el tiempo
o sea esta fe y seguridad que me sostuvo 70 años
*
todo nos ha sido robado
mientras de espaldas a una puerta abierta
leíamos libros que nos guiarían y nos han guiado
no adonde esperábamos
en la brutalidad de las nuevas costumbres sociales
pocos juicios tendremos
el de ventanas golpeando para siempre en el viento
y por más que esperemos aunque sea
un espectro una luz mala
por ahora sólo hay ruidos confusos
banderas por el suelo manchadas de ceguera
aguas de la oscuridad
los cenotafios se han cubierto de maleza
y nadie pone una mano para despejarlos
ignorar nombres fechas y endiosar superficialidades
sólo son el ángulo secundario
del retrato de la derrota
*
no tiemblen cuando escuchen lo que voy a decir
la poesía es la palabra de la muerte
no la niega le da sonido
habla con ella
los muertos siempre hablan con los vivos
piensen en sus padres los hijos
en sus maridos las viudas
esa palabra eterna atraviesa bóvedas rencores
paraninfos mortuorios
rehace los recuerdos
la poesía hace eterno lo que no está lo que fue
créanme hace eterna la muerte
*
EL OLVIDO LA MEMORIA LA FELICIDAD
viví con alguien que iba olvidando lo que vivía
fui feliz cuando lo viví no necesito más me dijo
vivió conmigo que recuerdo todo
oprobios papelones vergüenzas
la felicidad es el olvido
la carga de los años es la degradación
nada se puede arreglar de lo que hicimos
tengamos la bendición de olvidar y ver lo inmediato
nos condenará nos absolverá
nunca seremos perseguidos somos el hoy glorioso
si el pasado entierra al pasado
en la desmemoria
aún hay vida
0 comentarios:
Publicar un comentario