Diego Bagnera. |
Los lectores curiosos de poesía supieron de Diego Bagnera a fines de los 90, cuando ganó un premio del Fondo Nacional de las Artes y apareció su primer libro, Primeras luces de la noche, con prólogo de Santiago Kovadloff. Sin embargo, para muchos, su rastro se perdió. La clave era quizás su mudanza a España, donde desarrolló una carrera literaria en la que los poemarios no fueron su objeto principal. A continuación, un texto del propio autor acerca de las vicisitudes de su biografía.
Bio
Nada hay menos documental que una autobiografía, que es siempre la escritura de un autoengaño. Toda autobiografía es ficción, un ejercicio de unir verosímilmente algunos pocos hechos reales dentro de un gran relato imaginario, guiado por la indulgencia. Yo soy no sé. Lo que llevo escrito en el rostro, lo a la vista en mí que yo no veo. Lo que de mí los otros y la vida han hecho y van haciendo en mí. Soy (como escribió Valéry) la voz de mi desconocido y estoy lleno de secretos a los que llamo Yo. Aquí empieza y termina cuanto tengo honestamente para decir: nadie me ha sorprendido tanto —para bien y mal— como yo mismo. Para quienes necesitan datos, fechas, referencias, puedo agregar, como quien enumera: nací (dicen) en Buenos Aires, Argentina, en 1973, y resido en España desde 2002. He estudiado periodismo, literatura, interpretación y dirección escénica formándome, entre otros, con Adán Black, Andrés Lima, David Amitín, Carles Alfaro, Juan Cavestany, Marco Antonio de la Parra, Abelardo Castillo y Carlos Ferreira. He realizado a su vez el taller de diseño de iluminación teatral de Valentín Álvarez, Rompiendo la luz, construyendo la imagen escénica, y actualmente me formo en danza contemporánea con Nicolas Rambaud y en acrodanza con Stefano Fabris en Carampa, tras pasar antes por el estudio de Amelia Caravaca. Eventualmente, a la par, asisto a workshops con otros coreógrafos y creadores: Rainer Behr, Tom Weksler —ambos en B12.space en Berlín—, María Muñoz y Pep Ramis, de Mal Pelo —en L’animal a l’esquena, en Celrà—, Davicarome, Vanessa Cadenas, Pau Aran, Lucio Baglivo, Mercedes Pedroche y Analía Serenelli y Xavi Sánchez (de Rauxa cía), en Madrid. En Argentina, se me concedió en 1997 el Premio Nacional de Poesía para autores inéditos por mi libro Primeras luces de la noche y, en 1998, la Beca del Fondo Nacional de las Artes en la categoría teatro. Durante los últimos 25 años he trabajado para diversos medios de Argentina y España, en prensa escrita —Clarín, La Nación, El Cronista, La Prensa, XLSemanal, Man, Maxim, El Mundo— y televisión: Canal 9 de Buenos Aires, Canal Sur de Andalucía —en ambos como guionista de Jesús Quintero (El perro verde, en 1999, y Ratones Coloraos, en 2002)—, Televisión Española y Lion Television, de Londres, como coordinador en España del documental Guns, germs and steel, del premio Pulitzer Jared Diamond, realizado para National Geographic. En 1999, recibí el Diploma a la labor destacada por mi trabajo en Viva, el magazine dominical de Clarín, el diario más leído de Argentina, concedido por TEA, escuela de Periodismo en la que también ejercí como docente. X-nada (cortometraje de Toni Vega y Dani de la Torre, finalista de los premios Goya de 2010) está basado en uno de mis reportajes publicados en XLSemanal, donde me desempeño como redactor jefe. Como actor, he participado en diversos trabajos de Theatre for the people, todos dirigidos por Adán Black. He montado a su vez dos de mis textos: Este sueño compartido que llamamos realidad, estrenado en el Festival Surge Madrid 2014, y Aún no consigo besar, escrito a partir de la historia real de la primera persona a la que se le realizó un trasplante de cara en Francia en noviembre de 2005. Este texto se representó paralelamente en Buenos Aires durante dos temporadas, con otro elenco, dirigido por Heidi Steinhardt. He dirigido también Nina, de José Ramón Fernández, en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, y la lectura dramatizada de Amor 2.0, texto de mi autoría escogido por la Fundación SGAE para su ciclo de difusión de nuevas dramaturgias en la Sala Berlanga. He participado, además, en Subir una montaña, brillante site specific creado y dirigido por Emilio Rivas para los eventos de clausura de Espacio Labruc, y en el taller de creación colectiva A nuestros amigos, con La Tristura, en La Casa Encendida de Madrid. Actualmente trabajo en dos nuevos proyectos: Voy a caer —una pieza de danza teatro— y Fragmentos del sujeto estallado, un monólogo que interpretaré yo mismo y que es parte de mi Trilogía de la inmediatez, que completan una pieza coral para diez personajes y una obra de cámara, para dos, la ya mencionada Este sueño compartido que llamamos realidad. A lo largo de 2018 he colaborado con Emilio Rivas en el desarrollo de su pieza Los años de la fertilidad, creada en residencia en Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas, estrenada allí mismo en 2019 y presentada en el B.A.D 2020 (Bilbao Antzerkia Dantza – Festival de Teatro y Danza Contemporánea de Bilbao). En febrero de 2021, hemos presentado en el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque su nueva creación, Por el aire, desde el fuego. Al margen de los hechos descritos, me constituyen también (tal vez más y mejor) mil tropiezos y frustraciones no documentados. No obstante, pese a todo, pese a mí mismo, sigo. Como dejó Montale, «si algo nos queda aún, un ‘sí’ apenas, digámoslo, siquiera con los ojos cerrados».
Diego Bagnera
Después de todo un día de silencios,
acercás la última
fuente hasta la mesa
y yo me siento
en el lugar acostumbrado.
En la loza, tus cubiertos
dibujan la frecuente cruz doméstica
y tus labios se arrinconan
un instante más
sobre la cómoda mordaza de tu vaso.
Escondés los ojos en el plato,
y desde allí,
desde allá abajo,
una voz, apenas tuya,
dice, una a una, las palabras
que dejan en la mesa
mi vaso a medio
terminar.
*
No conforme con irte,
te llevaste el universo.
*
De este abrir
y cerrar los ojos
en la oscuridad,
sólo distingo
la mortal conciencia
de mis párpados.
*
Sé,
quiero saber,
que todo es irreal,
que no es la lluvia
la que cae,
sino yo,
inmaculado,
el que asciende.
*
Teme a la muerte
como quien es sometido
a volver.
(de Primeras luces de la noche, 1998)
¿Existe un cielo, o un momento,
en que los hombres sangren
la verdad de sus acciones
y la mano izquierda
coincida con la mano izquierda?
El manto del deseo
nos cubre la cabeza
y habrá entonces que olvidar.
Olvidar hasta volverse olvido;
no desear ya más desear.
Descansar.
No estar conmigo.
Busco la gracia de la distracción;
la gracia en que reposa
la naturaleza en un día pleno.
Ser la lluvia;
infinitamente
ser el sol.
Pero quiero,
ansío…
y eso es todo.
Soy un círculo en el que no estoy incluido;
el recuerdo de alguien que ya ha muerto,
un desierto sobre el cual proyecta el sol la sombra
de alguien que, me han dicho,
fui y soy yo.
(fragmento de También esta noche pasará, inédito)
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