martes, 5 de diciembre de 2023

La historia de un poema de Stella Maris Ponce

Stella Maris Ponce.



por Stella Maris Ponce
Especial para El Desaguadero


Creo que tendría 5 o 6 años cuando le pregunté a mamá por qué me habían puesto mi nombre. Y fue entonces que me contó la historia.

Ella era adolescente y tuvo que acompañar a mi abuelo Jacinto, su papá, a Buenos Aires por razones de salud. Lo iban a operar y esa intervención no podía hacerse en Concordia.

El viaje fue en barco, como se acostumbraba, y era un trayecto largo, parte del día y de la noche por el Río Uruguay. Cuando llegaron frente a la costa de Concepción del Uruguay, localidad que está a 150 km al sur de Concordia, grande fue su sorpresa al ver sobre las aguas algo que se destacaba por su luz en medio de la noche.

Al acercarse el barco descubrió que era un Faro y que en él estaba la imagen de la Virgen Stella Maris, patrona de los navegantes. Quedó impactada, la vio tan cerca, tan hermosa, y con ese nombre que guardó en su memoria para alguna vez.

El relato también quedó en mí durante mucho tiempo, hasta que empecé a cantar música afroamericana. Buscando repertorio, encontré un Negro Spiritual que se llama Hush, somebody’s calling muy name (Silencio, alguien está llamando mi nombre) Y de repente se reunieron el recuerdo de la historia de mi madre y esta canción que habla de la importancia de ser nombrados.

En ese momento empecé a escribir el poema, pero no salió enseguida, me costó darle cuerpo y alma, tuvo varias reescrituras y quedó en la carpeta de borradores. Tampoco encontraba un título que me convenciera y dejé esos versos de la canción como epígrafe.

Cuando estaba reuniendo material para el libro Spirituals, un corpus de poemas inspirados en canciones afroamericanas (negro spirituals, gospel, hollers, work songs) retomé la corrección de esos textos. Y ahí estaba, el poema del nombre. Supongo que le hizo bien reposar, o a mí me hizo bien vivir otras cosas en espera de la forma, porque pude encontrar las palabras que necesitaba, el tono que buscaba y creo que el texto maduró.

Mi madre ya no está, lo cual es sólo una forma de decir. Ella quería ver de nuevo el Faro, la Virgen, después de tantos años. Y yo quería volver «a la semilla». Por eso celebro ese viaje que pudimos hacer juntas al lugar donde se originó todo. En principio, mi nombre, y, por lo tanto, también mi vida.



Hay un video que registra momentos de esa travesía, en la cual sentí que las aguas nos acunaban y el tiempo parecía detenerse.

En latín, «stella maris», es estrella de mar. Para mí, es una luz en medio del río que me acompañará siempre.





Los nombres y la vida

Hush, hush somebody's calling my name
Oh my Lord, Oh my Lord what shall I do, what shall I do? (*)


stella maris en medio del río
madre la vio
y yo nací ahí
antes, mucho antes
de haber nacido
en ese nombre
con esa estrella de mar
sobre el uruguay de los pájaros
por la pura invocación sobre las aguas

ella miraba desde el barco
cielo y agua, agua y cielo
hasta que apareció la imagen
con un manto de pliegues celestes
en medio del faro anochecido

quizá el temor y la soledad
le hicieron decir: es enorme la virgen

y hubo luz de aura en sus ojos
cuando pensó
si alguna vez...
si llega a ser niña...

y dice ella que entonces juntó las manos
y sacando aire de sus entrañas
exhaló el primer soplo
y me nombró.



(*) Silencio, alguien está llamando mi nombre / Oh, mi Señor, oh mi Señor, ¿qué voy a hacer, qué voy a hacer?

Stella Maris Ponce
Del libro: Spirituals, Ediciones Del Dock, Buenos Aires, 2015