
por
Sandra Cornejo (*)
Especial
para El Desaguadero
En
un viaje con el papá de mi hijo (él es húngaro como también lo es ahora mi hijo,
además de argentino), hicimos una escala en el aeropuerto de Moscú, Sheremétievo.
Éramos bastante más salvajes entonces y ciertamente más inocentes. Íbamos...