viernes, 23 de julio de 2010

Tamara Kamenszain, Solos y solas

por Hernán Schillagi

Como un extraño espécimen de la poesía neobarroca argentina, Tamara Kamenszain se admite sobria y de pocas palabras. La potencia de sus poemas surge quizá desde las fuentes de la narrativa. Es allí, entonces, donde una cadencia sensual y hasta tanguera sale a cazar los versos. Autora de varios volúmenes (La casa grande, Tango bar, El ghetto), ensayista especializada en poesía (imperdible La boca del testimonio), publicó en 2005 Solos y solas (Lumen) de donde son extraídos estos poemas.


Soy la okupa de mi propia casa
desde que la propiedad se fue de mí
ya no tengo escritura y como en los sueños
la puerta de entrada me espera afuera
para que todo empiece de nuevo
atravieso de canto esa hospitalidad
atrás de los cuadros debajo de los muebles
se aquerencia un techo nuevo
donde hubo hogar quedan fotogramas
vos tú él el hombre con la cama doble
mudado por el cuarto a la deriva paso a paso
los libros del living lo siguen arrastrados
en un maletín que se desfonda y es en el baño
donde la mochila ruge por última vez.
Hablo de un inodoro que nos traga lejos
hasta otras casas.

*

Un par de gemelos se ríe de los puños
en el fondo áspero del cajón
ya no hay camisas es gente descamisada
la que ahora me convoca
rozo una manga me aplican lo que pide un codo
entre aprendices nos pisamos el poncho
bailarines a la rastra muñecos de aserrín
acoplan a la orquesta la letra de su anonimato
cuando en el colmo sudado del salón
la fobia a mí me desgañita
hasta el guardarropas en un paso de salida
teatros pizzerías música interrumpida de walkman
pasan de largo por el bajón de la marquesina
off off de los solos y solas
se apaga en la boca del subte.

*

Soy sin ellos la cenicienta en radio taxi
todos en uno se libran de mi fiesta
la soledad da ese paso que arrastra con la música
el eco del eco de lo que pueden los letritas:
hacer una canción que diga lo que somos
nuestro sentir más íntimo
dos o tres palabras lisas y llanas
el camino más corto para llegar a casa
cuando la radio le enciende al del horario nocturno
una compañía. Su nuca me ve: estoy sola,
ni la llave me alcanza para sentirme dueña
de la cama doble.

*

Por la puerta entornada de los sueños
entró todo lo que las palabras no dicen
cada vuelta de llave me introdujo
hasta la casa en su escena primaria
casa ahora es cuerpo y yo
acabo chupada por la lengua
me voy de boca el subte está oscuro
vos no venís ustedes no vienen siempre nosotros
en un efecto pornográfico de grupo
nos desconocemos cuando nadie pero nadie
ni siquiera el que transpiró en mi hombro
tiene el número de teléfono.

*

Te llamo o llamame
en el club en la escuela en el campamento
repetir y repetir nuestros apellidos
dejó agendada de oído
una comunidad futura
entre vernos y dejar de vernos
media vida hasta ahora ya fue
ahora somos parias de casamentera
dos que no hacen uno en la cuenta regresiva
nos encontramos sin nada en común
con otros tan comunes como nosotros.

5 comentarios:

Fernando G. Toledo dijo...

Esta nueva sección nos la debíamos. Vamos sumando, nos aplaudo.

Hernán Schillagi dijo...

Qué gracioso lo de apaludirse mutuamente, pero ya que estamos: un aplauso no se le niega a la poesía. Porque lo que nos da alegría aquí es el de poder difundir a más poetas.

En "Verso libre" está interesante el poder "presentar" brevemente a un poeta y que sus poemas sean los que sigan hablando. La onda no es publicar sólo a consagrados como Kamenszain, sino que haya textos de poetas que acaban de publicar su primer libro.

Cecilia Restiffo dijo...

Creo que la palabra despojada de Kamenszain refleja las ideas que se articulan a lo largo del libro "Solos y solas", personalmente el primer poema que aparece acá es uno de mis favoritos. Creo que es una buena prueba de la mirada femenina: distinta, particular y en este caso hasta casi cruel.
La edición de esta poeta en Lumen no es casual, el nivel que presentan los textos deciden por sí mismos la lectura atenta y profunda que debe hacer el lector.
Es un poemario de tono desafiante que recupera la respiración de la palabra poética y no se desmarca de lo cotidiano, de lo áspero y lo urbano.
Me gusta esta nueva sección, hace mucho que se la venía reclamando al DIRECTORIO de la revista, creo que la difusión de la palabra hace que se visibilice el trabajo poético que socava el silencio en forma lenta, pero siempre siempre segura.

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Algo hablamos de esta sección en mensajes cruzados. Agradezco y aplaudo -me sumo a las palmas también- la posibilidad como redactora de la casa de tener "piedra libre" para compartir mis "versos libres" y selectos.

sergio dijo...

A mi juicio, Kamnenszain es la poeta más interesante del grupo neobarroco argentino, pues su poesía, siendo densa y compleja como es, no derrapa en, por ejemplo, el juego eterno (insoportable) de aliteraciones ni en jitanjáforas. O sea, logra un equilibrio que sus compañeros de generación no logran.