El poeta, periodista y editor Fernando G. Toledo acaba de publicar su cuarto libro de poemas, Viajero inmóvil. El volumen aparece en el sello Libros de Piedra Infinita, que Toledo dirige junto a Hernán Schillagi y gracias al aporte de la Municipalidad de Rivadavia.
Viajero inmóvil tiene un exquisito prólogo de Claudia Masin y dibujos y diseño de Romina Arrarás.
A continuación, el prólogo de la autora de la vista y algunos poemas de esta flamante publicación:
La belleza de la espera
Por Claudia Masin
Por Claudia Masin
«El tránsito es a la distancia / Lo mismo que la palabra al silencio» escribe Fernando G. Toledo en uno de los poemas de este libro. El viaje será entonces un modo de intentar asir lo inasible, un movimiento pleno de «furor» e «inutilidad», como escribe Antonio Gamoneda en la cita que cierra la obra. Una travesía cuyos puntos de llegada y de partida son espejismos que dejan al viajero detenido en una tierra de nadie en la que confluye el ansia de lo que va a venir con el desencanto de lo que ya no está. Como si hubiera un tiempo suspendido, una historia que no ha dejado nunca de suceder, con la cual no podemos entrar en contacto jamás, excepto –tal vez– en ese viaje inmóvil de la escritura, donde es posible recuperar lo perdido aunque sólo sea para volverlo a perder: «Debo andar Debo buscarte Escribir: / Debo perderte esta noche de nuevo».
Fernando G. Toledo nos muestra en estos poemas que hay una belleza que crece más allá del apego y la avidez, de todo intento de posesión y de conquista: la pura belleza de la espera. Nos dice que hay una manera de viajar que consiste en quedarse quieto y dejar que el universo mismo se acerque: dejar de buscar para que –entonces sí– lo que tenga que aparecer, aparezca.
Vive en esa idea toda una concepción de la escritura poética: ya no se trata de una acción sobre el lenguaje, sino de una paciencia que es capaz de soportar la inmovilidad y el silencio hasta fusionarse con aquello que la toca y la conmueve. La poesía sería, ella misma, esa espera, ese viaje inmóvil donde finalmente sucede el encuentro imposible, la confluencia que –como un fogonazo– da su luz y se retira, pero antes de apagarse irradia en los poemas ese «resplandor de las cosas / A las que ya no se puede llegar».
Viajero inmóvil, como todo libro extraordinario, es eso: el lugar al que se llega después de mucha paciencia, y en el que se vive con la delicadeza de quien sabe que el misterio de las cosas, de los otros, de nosotros mismos, no es un destino que pueda ser alcanzado sino una intensidad, un halo que nos ronda desde siempre pero que sin embargo sólo a veces –muy raramente– se nos revela.
1
Expuesto y escondido como todo el que viaja en la noche
Voy recogiendo partes del mundo tiradas en el camino
Piedras que no han merecido el viento
Rostros que se repiten y son siempre una máscara
Voces que nos llaman pero sólo a una acudimos
Nada encuentro /como todo el que busca/ y por eso insisto
Con este vicio nómade estancado en la partida
Perdiendo a cada paso lo que sigo sin hallar
Vuelto de espaldas contra la senda borrosa
Que traza una línea rota alrededor del cuarto
: La nave incendiada que estoy por abordar
: El barco sin bandera y sembrado de pañuelos
: El pozo donde la ausencia teje su velo
Y lo tiende en la ventana para que la luna no entre
Voy lamiendo una llaga con gusto a sal Dibujo las pisadas
Que antes no he dado No llego Nunca llego
Repito frases sueltas que ni siquiera recuerdo
Y las copio en un cuaderno como una bitácora
Viajo en la noche para tener los ojos cerrados
Porque quien viaja no quiere moverse
Porque lo que persigue la mirada es la sombra
Viajo de noche y mis pasos suman una cifra infinita
A punto de alcanzar el cero Viajo sin saber
Porque en la oscuridad las formas se confunden
Viajo como quien deja que un fuego se extinga
Viajo como nada el agua en un río de peces
Tengo prisa Escribo para andar más lento
Leo viejos mensajes que dicen «Ya es tarde»
Nada encuentro Mi cuerpo /manos ojos piernas boca sangre/
No tiene herramientas para llevarme a sitio alguno
Pero sé que mi cuerpo es la única herramienta
Es un horizonte rendido que no retrocede
Una caja sin fondo llena de cosas inútiles
Una ropa empapada la suave caída por una pendiente
Una palabra que ha quedado fuera del poema
Por eso es de noche y ando Por eso tengo prisa
Por eso viajo en mi cuerpo y aquí me quedo.
10
«Entonces prefiero quedarme quieto»
Solía decirme a mí mismo Quieto
Como un animal que oye una canción
Quieto como la estrella que de niño
Elegí para mí entre las del cielo
«Hacia dónde voy cuando no me muevo»
Preguntaba como si no pudiera
Saber que el tránsito es a la distancia
Lo mismo que la palabra al silencio
Pasajero del punto de partida
Que despide a los trenes detenidos
Voy a seguir aunque ya nunca avance
Seguir como un reflejo que persiste
Después de que el espejo se ha quebrado.De Viajero inmóvil, Fernando G. Toledo. Libros de Piedra Infinita.
58 comentarios:
M. Guzzante menciona este libro (y el de Hernán), además de nuestra editorial, en su nota del domingo:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/5/17/estilo-424467.asp
Ciertamente Guzzante menciona este libro, pero (y siempre hay uno) al leer la nota uno tiene la impresión de que lo más importante del libro es el prólogo (bellísimo por otra parte) de Claudia Masin. No es mala leche. Es sólo una impresión.
Es que de por sí la nota está enfocada desde ese ángulo: la literatura mendocina (en este caso, Viajero inmóvil), visto «desde el exterior de Mendoza» (en este caso, por la prologuista chaqueña Claudia Masin).
la nota también dice "bobos y miopes", "egos enfermos". Habría que escuchar también esa enunciación de los males colectivos, me parece. O seguir editando el diario de Yrigoyen, donde todo está buenísimo, todo el mundo los lee y son exitosisímos.
Por ahí parecen el Indec
Oh, Gustavo ignoto, pero para esas cosas te tenemos a vos. Esta página es para que leás lo exitosos que somos y donde todo el mundo, hasta vos, nos leés.
Por cierto, cómo será que nos leen que M. Guzzante nos menciona otra vez en la misma semana:
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/5/7/estilo-422648.asp
Primero quiero celebrar la edición de un libro de poesía. No sólo porque siempre es una fiesta sino porque, metáforas yrigoyenistas aparte, en una provincia como ésta es casi milagroso que se siga apostando a la publicación de un género tan esquivo y marginal.
El éxito es para los idiotas y los que los siguen. La lírica no persigue la fama, sino que está mutando para generar anticuerpos contra la desaparición y el destrato de propios y ajenos.
Por suerte no mido a los poetas con la misma vara insidiosa del ex-anónimo Gustavo.
Felicitaciones Fernando y un abrazo enorme.
Fernando:
si bien soy un poco corto de alcances, me di cuenta por donde iba la nota de Guzzante. A lo que iba en mi intervención anterior es a que, mientras “el blog ‘elseñordeabajo’, administrado por el escritor Pedro Mairal, subió hace poco unos textos de la poeta USPALLATENSE Y UNIVERSAL Eugenia Segura; Claudia Masin, UNA AUTORA EXQUISITA Y VISIBLE EN BUENOS AIRES, acaba de prologar el libro “Viajero Inmóvil”, de Fernando Toledo”. (las mayúsculas son mías). De lo que se infiere (bah, lo infiero yo) que colgar uno poemas es más o menos lo mismo que escribir un prólogo. Ahora ¿es lo mismo?
Sergio:
Ah...
El corto de alcances soy yo.
Para mí no es lo mismo. Aunque, en última instancia, eso de «más o menos grosso» es difícil de medir, me parece que es más grosso que te prologue la poeta chaqueña y universal Claudia Masin. Pero está mal que yo lo diga, ¿podrías decírmelo vos? ¿Podría opinar desapasionadamente alguien más?
Más allá de las viejas suspicacias que podamos inferir en una nota sobre el juego centro-periferia, celebro y saludo la aparición de un gran poemario como el del señor Toledo. Viajero inmóvil reinventa todas las variantes de la espera amorosa. Viajero inmóvil mide la distancia con la vara imposible del recuerdo para detenerse en el punto más negro de la tristeza.
Ya lo dijo el señor Schillagi, la poesía no busca la fama, por el contrario, pretende alcanzar una satisfacción tan íntima como la que provoca cualquier trabajo bien hecho. Por lo menos un verdadero poeta pretende eso.
Felicidades señor Toledo y que el verano 2010 lo encuentre tan productivo como siempre.
Muchas gracias.
En todo caso sí, siempre es saludable que aparezcan nuevos libros de poesía, que tendrán sus lectores (sean pocos o muchos), para eso se edita. En ese nivel, felitaciones, ponéle.
En mi comentario no me referí a eso, sino, estrictamente, a la nota de Guzzante. Más allá de lo que pueda leerse entrelíneas (que siempre entra dentro de la ficción de cada lector, sea paranoica o apaciguadora), la nota es literal en ese punto, y ya que están buscando "anticuerpos" para SU lìrica (nadie detenta la poesía en exclusiva, así como nadie en particular detenta los "MALES COLECTIVOS" de la miopía o los egos enfermos), un poco de reflexión al respecto no vendría mal para la miopía, y bastante más de humildad sería una buena vacuna para los egos. A eso apunta la nota de Guzzante claramente, sin necesidad de inferir nada: está en la superficie.
Una belleza el prólogo de Masin, como siempre, no está de más decirlo.
Errata: donde dice "felitaciones" va "felicitaciones"
Gracias por las felicitaciones.
En cuanto a los egos, pues no es para tanto, ni es un problema para la escritura de la poesía. Y además, vale decir que no sé cómo hay que leer esa frase en la nota de Guzzante, pero la miopía acaso puedan padecerla los que leen sólo la poesía allende el Desaguadero o la valoran sólo por ello, olvidando que acá hay mucha y de la buena. No me parece entonces que nuestros poetas, nuestros escritores, nosotros mismos, andemos necesitados de «humildad». Y, como digo: ¿humildad? ¿Para qué?
P.D.: Para ilustrar, he aquí una pequeña lista azarosa, desigual e incompleta de poetas «miopes» y «enfermos de ego»: Ezra Pound, Alejandra Pizarnik, Allen Ginsberg, Vicente Huidobro, Julio Herrera y Reissig, Arthur Rimbaud, Friedrich Nietzche (déjenme ponerlo entre los poetas), Fogwill...
A ver, Pizarnik y Huidobro no eran miopes, ni enfermos del ego (por ahí tu concepto de eso no es el mismo), Nietzsche y Rimbaud tenían esa cosa romántica y post romántica del genio (y, sobre todo, tenían con qué bancársela), Fogwill tiene un libro especialmente dedicado al tema, "Llamado por los malos poetas", los otros no sé, no me he andado fijando en sus biografías.
Igual, tu pregunta por la humildad deja bastante a las claras que gozás con tu síntoma (lo mismo con tu pasión por coleccionar nombres de poetas laureados, como si por haber ganado un patético premio vendimia otorgado por un par de "nuestros escritores, nosotros mismos", te sintieras equiparable de algún modo con Virgilio y los otros de la encuesta).
Mejor sería preguntar si tenés con qué bancarte la no-humildad. Me parece que no.
De todos modos, la idea era ponerse a pensar, pero si te encanta ser así, qué se yo, hacé la que quieras, vos verás...
Me gustó mucho el modo de despedirse de Gustavo: "la idea era ponerse a pensar, pero si te encanta ser así, qué se yo, hacé la que quieras, vos verás...". Se parece a la actitud que adoptan las "testigas de Jehová" cuando digo que no soy creyente. Vamos Gustavo… arriba el ánimo.
En cuanto a los egos, no se puede ser tan ingenuo. Todos los escritores de todos los tamaños de todos los colores padecen de “inflamación del ego”. Y no está mal que así sea. De otro modo no habría modo de llevar adelante una obra. Léase: yo estoy aquí, yo hago esto.” (los ejemplos, por miles)
Humilde e ignoto Gustavo: acaso sos vos quien me equipara con Virgilio, pero seguro estás exagerando, pues yo no he hecho eso, sin dudas... Ahora bien, es muy rara tu elucubración acerca de mis síntomas. Yo me he preguntado: «humildad, ¿para qué?» porque me importa poco que los poetas sean humildes o soberbios, me importa lo que escriben. Es más, prefiero que sean megalómanos y me muestren sus obras antes que, atacados de vergüenza, no se animen siquiera a dar su nombre. Por eso: buena poesía, para mucho. Humildad, ¿para qué?
Por otra parte: ¿Que Huidobro y Pizarnik no eran "miopes ególatras"? Estamos en la misma, no has dado tu definición de tales términos. Ofrecela, y vemos. En el prólogo de El ciudadano del olvido, se lo retrata a Huidobro como: «Esnob, ególatra, inocente, generoso, genial». En tanto Edwards Bello afirmaba: «El delirio creacionista le hizo mal a Huidobro. Se volvió ególatra y décourageant» Yo traduciría décourageant como «pesimista»: si el precio a pagar por Altazor es la egolatría... humildad, ¿para qué? (*)
Gustavo: ¿qué sos? ¿Evo? ¿El abanderado de los humilde? Sos cualquiera.
(*) Ana Nuño dice de Pizarnik que «padecía de malditismo», cosa que siempre interpreté, como un rasgo de, entre otras cosas, presunción. En todo caso, me parece que te hace falta revisar las biografías. Y supongamos que era eso: presuntuosa, soberbia, miope. ¿Y? ¿Para qué la quiero humilde?
Quise decir: «el abanderado de los humildes».
Bueno, bien, ahora sí estamos pensando.
En primer lugar, los términos "enfermos del ego" etc, son de Guzzante, no sé que entenderá ella por eso, por mi parte, prefiero siempre el de "humildad", veamos qué se va entendiendo.
De la descripción que das sobre Huidobro, "ególatra, inocente,generoso, genial", toda esa cadena de adj podría decirse de un niño (los niños son ególatras, dice la psicología), no me parece que los niños sean "enfermos del ego", ni que esté reñido, necesariamente, con lo que yo entiendo por "humildad". (sobre el snobismo, recomiendo un artículo de Tomás Abraham que se puede bajar de la red, ahora no recuerdo el título, después lo busco).
Ni está reñido con la humildad lo que dijo M. Castaña sobre el orgullo del trabajo bien hecho, ni el orgullo del diferente a la manera de nietzsche.
Si bien es cierto que hay miles de ejemplos citables de soberbia en la literatura, hay millones de ejemplos de soberbia en los poetastros de segunda línea de todos los tiempos y en todas las lenguas, que no son citables porque afortunadamente el tiempo y el olvido se encargaron de borrarlos, por eso la pregunta es, en todo caso, si hay con qué bancársela, me parece bien, aunque es mucho mejor la humildad de los grandes.
La asociación de "malditismo" con presunción me parece forzada, porque hay muchas maneras de ser maldito (distinta es la de Artaud a la de Holderlin por ej), en todo caso, también hay que bancársela, no cualquiera se banca ser un maldito.
Creo que bancarse lo que se es, sin ostentación y con altura, y aceptar las diferencias de los otros en los mismos términos, sería una definición aproximada.
Por otro lado, ese cartel de "escriban bien, es una orden", me parece bastante facho. Por lo que veo de la entrevista a Rodón y las otras notas que has colgado, parece que lo que molesta es que se auto-arroguen el escribir-bien como si fuera una propiedad excluyente de los "poetas del multimedios Uno" (no es una mala manera de describirlos, todos ustedes confluyen ahí). Así como me parece que no se llega al hueso de nada poniéndose preceptivos sobre cómo escribir ni qué leer.
Si no los conocen fuera de los límites del desaguadero, ni, al parecer, los leen o los legitiman
sus pares, puede ser por cuestiones territoriales (pero eso sólo explicaría su situación en mza, no en el resto del sistema literario), o también puede ser porque ustedes no han hecho demasiado bien su trabajo como poetas y como gestores culturales (y al parecer es lo segundo lo que más se les critica, o por lo menos desde ahí se los define).
Personalmente, leo los poemas que han posteado, y, en mi opinión, están "bien escritos", pero sólo eso. Hay como una especie de mainstream del escribir bien, de hecho, mucha gente puede redactar un buen texto, pero no pasan de ahí. Truman Capote decía: "dejé de divertirme cuando descubrí la diferencia entre escribir bien y mal, y luego hice un descubrimiento más alarmante aún: la diferencia entre escribir bien y el verdadero arte. Una diferencia sutil, pero atroz".
Esto podría decirse de Draghi Lucero, o del mismo F. Lorenzo. Sí, todo el mundo les reconoce su lugar como escritores mendocinos, pero, a menos que sea para estudiarlos por tal o cual estudio u obligación curricular, nadie los lee de onda, mientras que a un di Benedetto o a una Liliana Bodoc (que sí entendieron y cruzaron esa barrera entre el escribir bien y del verdadero arte), se los lee porque sí, por placer: dan ganas de leerlos. Y eso dentro y fuera de los límites del desaguadero.
Entonces, es medio absurdo que exijan ser leídos: si son buenos, los rescatará la próxima generación o la que sigue, si no cruzan esa barrera, serán olvidados o estudiados cada uno como corresponde. Y si la cruzan, serán leídos acá y en cualquier parte sin necesidad de "imponer" ninguna obligación de lectura a nadie. Es así de simple, creo yo, y más o menos ha sido así siempre.
un poema de Borges de yapa
a un poeta menor
la meta es el olvido
yo he llegado antes
Gustavo: te invito a que releás todos tus últimos comentarios y veás (objetivamente) si no sos más preceptivos que los preceptivos que acusás: imponés el tipo de debate, imponés el tono, no dejás que se hagan analogías (cuando vos las hacés, Yrigoyen!) y muchas cosas (aburridísimas) más.
Además, te invito (muuuuy amablemente y no lo tomés como una imposición) a que hagás un viaje al futuro y nos dejés de leer en este momento, ya que es lo que, cual Alicia Contursi, nos has vaticinado. Hacete ese favor y no perdás más el tiempo y, sobre todo, no me hagás perder más el tiempo a mí.
Dice Gustavo:
«Entonces, es medio absurdo que exijan ser leído»Respondo: sí, es medio absurdo, casi tanto como pedir «humildad» a los poetas (¿?). Pero, ¿quién (aquí) ha exigido a quién que lo lea?
Pareciera que Gustavo leyera las cosas que él imagina, quizá por egolatría, y no las que aquí se escriben. Lo mismo va para el «Escriban bien: es una orden». Si la pereza de Gustavo fuera menor, descubriría que tras el botón que sigue a tal frase se encuentra una página que insta a que, incluso en estos blogs de poca monta, sus comentaristas se preocupen por escribir sin errores, con un buen manejo de la sintaxis y sin esas abreviaturas que invaden los mensajitos de textos de los teléfonos celulares.
¿Será porque es un trabajo arduo ser Gust-Evo, el abanderado de los humildes?
Primero, no les hice ningún horáscopo, si te fijás, es una descripción a grandes rasgos de un proceso de selección y eliminación propio de la literatura, por el que pasa cualquier escritor en el mundo, y no les atribuí ninguno en particular.
Segundo: Podrían empezar por bancarse una opinión de alguien que no sea de su propio círculo, si no ¿para qué hacen un blog? Y ojo, no es ni más ni menos que la opinión de un lector CUALQUIERA, que, si te fijás, tampoco es una opinión ofensiva, ni mucho menos preceptiva: es descriptiva nomás.
tercero: tenés razón otra vez, Schillagi. Saludos
"horóscopo"
Gust-Evo: no se trata de bancarse o no opiniones. Se trata de que éstas tengan asidero alguno, que sea apreciable el blanco hacia el que apuntan los tiros, que las contra-objeciones sean respondidas (mas no con escapismos: ver tu respuesta cuando demostré que Huidobro era de esos enfermos de ego de los que te quejabas). Etc.
Y más que eso: se espera que las opiniones (¿te crées que la tuya es la única «extra circular»?: qué falta de humildad) supongan algo más interesante que el reclamo por la «humildad que nos está faltando» o porque tengamos «la onda necesaria» para ser leídos tal y como es leído ahora Di Benedetto (afirmación la tuya, ésta, que, por otra parte, ignora la historia y hasta el presente marginal que han tenido los escritos del autor de Sombras, nada más).
Yo a Draghi Lucero lo he leído de onda, soy de piscis con ascendente en aries, ¿en qué categoría de nadie me pondrías, Gus? ¿Algún día vas a develar el misterio de tu identidad? Te pregunto porque tu blog es de lo más enigmático en relación a tu persona y de lo menos visitado del sistema solar... ¡y vos hablás de cómo debe funcionar la dinámica de un blog!, ¡por favor! Te recomiendo que pasés por razón atea de Fernando y tomés las cátedras de Blogger 1, 2 y 3
Debido a que las profundísimas y filosísimas objeciones (¿?) de Gust-Evo han de haber calado hondo (justamente) en mi paupérrimos laureles, trataré de arrojar un dato que pueda hacer valer alguna mención de notas como las de M. Guzzante acerca de la trascendencia de lo que escribo fuera de estas fronteras desaguaderas. Mientras espero, con humildad, la consagratoria inclusión en algún blog porteño, la publicación con algún sello que no sea mendocino o, acaso, alguna venturosa traducción, ofrezco (humildemente) la publicación de tres de mis poemas en la revista española Trasversales, que en su edición digital muestra sólo dos:
http://www.trasversales.net/t10fgt.htm
pero que en la de papel ofrece esos tres con un hermoso diseño y la compañía honrosa del gran Alberto Thormann como ilustrador perfecto para mis poemas (dos de Secuencia del caos y uno inédito, en páginas 67 y 89).
Sé que mi presencia en el video Poesía extrema (Canadá), ya ha quedado en el olvido, pero en cualquier caso, el olvido es una buena compañía.
Bueno, la idea era despedirme, ya que tan amablemente he sido invitado a no entrar más en el blog, no sé muy bien porqué, porque tampoco te dije, Toledo, que tu libro fuera una porquería (dije más o menos, que en mi opinión está bien escrito, pero a mí, en particular, no me da ni frío ni calor), hasta te felicité y todo.
Linkeaste unas notas, y se discutieron (entre varios, yo sólo elegí mis temas y mis tonos, obvio), y se debatió algo sobre literatura mendocina y general. Si te/les molestó porque esta página es sólo para que se lea "lo exitosos que somos", problema de uds, no hubieran hecho un blog (qué poco les duró la "pose de abiertos"). Para eso, mándense las cosas entre uds, por mail, y listo.
No les hice ningún horóscopo, simplemente cité a Capote, y lo relacioné con los procesos de selección y descarte de la literatura, de ahí a que vayas (o vayan) a tener impacto en la literatura local, nacional o internacional, obviamente lo decidirán los lectores y escritores contemporáneos y futuros (no me arrogo esa decisión, ni les pronostiqué nada específico).
Han pasado muchos años tirándose flores, autopremiándose y autoproclamándose "los escritores mendocinos", es lógico que, por un lado, estén fuera de training para recibir una simple (una humilde) crítica que ni siquiera es lo que se dice "negativa", por otro lado, era lógico que algún día iban a tener que rendir cuentas por haber ocupado esos lugares de poder, háganse cargo.
El impacto a nivel local no debería sorprenderlos, ya que han enfocado su trabajo de ese modo (el nombre de este blog por ej es localista, el vendimia es un concurso local, el grupo UNO también etc), si tienen poca repercusión en otros lados será porque se han contentado con los límites regionales, no se quejen porque esas decisiones las han tomado uds solos.
Y si les va bien y logran trascender el ámbito local, recibirán las felicitaciones correspondientes, llegado el caso.
Por último, no me arenguen a seguir participando al mismo tiempo que me echan, son muchos para contestarles todo a todos, hasta donde pude, respondí lo que me pareció más interesante para debatir, es todo.
Saludos
Gustavito:
Quizá otro sí, yo no te eché. Antes te hubiese pedido que dieras la cara y mucho antes que no mintieses o, para decirlo más humilde y localmente, no te inventés las posiciones de los demás.
Por ejemplo:
«porque tampoco te dije, Toledo, que tu libro fuera una porquería»,
es falso porque nunca te acusé de que dijeses que mi libro es una porquería.
Si te/les molestó porque esta página es sólo para que se lea "lo exitosos que somos",
es falso, pues esta ni es una página de ese tipo ni nada por el estilo, sólo que es una página hecha para discutir en serio y sobre divagues tales como «¿su poesía da frío o calor?, ¿su poesía llega al Desaguadero o lo traspasa?, ¿sois humildes o soberbios», o algo similar.
«Han pasado muchos años tirándose flores, autopremiándose y autoproclamándose "los escritores mendocinos"»es absolutamente falso. Tanto Hernán como yo hemos recibido críticas y, más aun, nos hemos hecho críticas más serias que tus divagues cuando, en tardes de crisis y café, nos hemos dado a leer nuestras propias cosas, nos hemos puesto a pensar si valía la pena publicarlas y cómo.
Por otra parte es falso también porque, con toda humildad, algunos elogios no vienen Desaguadero adentro, sino de afuera, como bien he puesto en los ejemplos de más arriba que has ignorado olímpicamente, escudado en la falsa humildad de tu culposo anonimato. Y lo curioso es que es a vos a quien le preocupan tanto que los elogios vengan de afuera, aunque al parecer, los tengamos o no, no te das por enterado, porque igual los seguís «pidiendo» como si no existieran (si no fuera así, no se entiende que insistás en los únicos elogios son los que nos dedicamos mutuamente).
Para terminar, lamento pero no me sorprende, que un anónimo no tenga el talante para debatir en serio, pero en cuanto a mí, lo he dicho otras veces, tengo paciencia.
Ah, por cierto, no es la primera vez que refutaré lo que has dicho (hasta ahora lo he hecho aunque no te des por enterado): a) que el nombre del blog sea localista no significa que el blog esté hecho para ser leído por locales; b) el grupo UNO (no entiendo para qué se lo cita, pero igual estás equivocado) no es un grupo local, sino que tiene empresas en todo el país (una de ellas es el canal América) y c) no te veo comentando trascedentes, sólo en éste.
Gust-Evo: dec´algo que sirva de una vez. Decí quién sos de una vez. Es una orden.
Errata:
Donde dice
para discutir en serio y sobre divagues talesdebe decir
para discutir en serio y no sobre divagues tales.
Toledo, si no te basta con mi nombre de pila, tampoco te va a servir mi apellido ¿qué sigue, me vas a pedir los documentos?
Crítica constructiva: dejen de dar órdenes (sobre cómo escribir, cómo leer en público, etc) por si no se enteraron, hay libros q juegan hasta con el modo de escritura del chat y los msj. Eso es lo q los hace fachos, grupo (multimedios) UNO (era p/ abreviar, obvio q sé q la empresa tiene alcances nacionales, es una mafia)
No me invento posiciones, me pregunté por qué les molestaba tanto una crítica q no era del tipo "este libro es una porquería", no dije q me acusaras.
Si querés amplío: en tus poemas se nota oficio, es -para mí- un libro correcto del montón de libros correctos q se publican en todos lados. Es x tanto un libro respetable q, siguiendo la nota de Guzzante, no asume ningún riesgo. Hay q reconocerle un mérito, y es q cumple con lo q promete en el título: no llega a ninguna parte. Si ese era tu objetivo, lo has logrado, y si a otros lectores les interesa un viaje quieto x tu subjetividad, perfecto. Me parece bien q lo publiques, no invalido tu libro, q tendrá los lectores q se merezca.
¿q querés q te diga? me parece bien q hayas editado 3 poemas en españa y un video en canadá y libros en mza, y etc ¡muy bien Fernando!
Ahora sí, escuchá un poco lo q no querés oír: crítica constructiva 2: sean menos soberbios y autocomplacientes, y van a escribir mejor. En tu "demostración", tb decía: "El delirio creacionista le hizo MAL a Huidobro. Se volvió EGÓLATRA etc". La egolatría hace mal al txt, se nota en el yo poético, da una mala recepción de la obra, la anquilosa, sobre todo cuando no tenés con qué bancártela.
sugerencia contructiva 3: ya q tienen una editorial, podrían publicar los tx inéditos de F. Lorenzo (q menciona Guzzante), en vez de quejarse y reivindicarlo sólo de palabra. Eso sería hacer un poco mejor su laburo como actores culturales, q tanto han enturbiado con la endogamia de los premios vendimia.
No me preocupa, ni para bien ni para mal, de dónde recibas tus elogios y tus críticas, es asunto tuyo, así como de cada poeta q haya sido mencionado. Sí se puede analizar el caso Di benedetto, o el de Draghi Lucero: los dos proyectaron los lugares q ocupan desde su obra misma, se puede decir q ambos lo lograron. Da para un análisis más largo, no en este comment, posteáte algo d ellos y hacemos otra payada, si schillagi o la casa no se reserva el derecho de admisión
Gust-Evo:
Escribí bien o serás borrado hasta que pasés del curso básico «escritura en mensajitos de celulares».
Sí, quiero tu nombre y tus documentos, no una mascarita. Pero antes quiero una crítica seria, no la del tipo: «es un libro del montón» (a lo mejor es un montón de los buenos, che), que «se publican en todos lados» (qué bueno, se publican y en todos lados, es decir, allende El Desaguadero). En fin, lo tomaré igual como de quien viene.
Lamento decirte que sí te inventás posiciones. Al preguntarte «por qué nos molestaba una crítica...», estás dando por supuesto que «nos molesta tal crítica», cuando no es así. Antes te habías inventado que yo te imputaba el haber dicho que mi libro «era una porquería», cosa que nunca hice. Y así puedo seguir mostrándote cómo te inventás nuestras posiciones.
Por otra parte, yo no busco que «me digás» nada porque publiqué cuatro libros (y algo más), que hagan un video en Canadá que me incluye, etc. Lo que sucede es que sos vos el que habla de la cerrazón, de que no salimos de estas fronteras, de que en Buenos Aires no nos dan bola (recuerdo el diciembre de 2007, cuando, invitado por el Fondo Nacional de las Artes, leí junto a otros escritores en la casa de Victoria Ocampo), etc. ¿Lo entendés o te lo dibujo? Sos vos el que exige las cosas que después ignorás.
Por último, tus «críticas» no son ni constructivas ni destructivas. No son críticas, son consejos ridículos que no sirven de nada ni para lo que hacemos ni para lo que dejemos de hacer. Fuera de que no padezco tal egolatría ni mucho menos, la soberbia o la autocomplacencia no empañan ni mejoran una escritura. El mejor ejemplo es que, contra lo que seguís queriendo decir sin sustento, la egolatría no parece haber hecho tan mal a Huidobro, así como tampoco a tantos otros (¿le hizo mal a Ginsberg, por caso?). Y si el lector se siente «mal predispuesto» por la egolatría del autor, pues problema de él. Yo, en cambio, no dejaré de leer a Eliot por más que él se creyera el mejor escritor «inglés» del siglo.
Ah: a Lorenzo ya lo editó (mal o bien) Cultura, hace un par de años, aunque no te hayás enterado. Dejame que yo decida con Hernán los rumbos de nuestra editorial, que bastante bien nos va, creemos, y bastante podemos crecer sin consejos de gente que sabe poco de ello.
Para despedirme: a Di Benedetto hoy pocos lo leen, lamentablemente. Me río de saber los «sabios consejos» que le estarías dando al pobre autor.
Lamento haber tenido que borrar el último mensaje de Gust-Evo (el abanderado de los anónimos humildes), pero como insistía en escribir como si mandara los mensajes por celular, no me quedó otra opción.
De cualquier modo, como podía de ese mensaje entresacarse cosas interesantes, supongo que Gust-Evo no tendrá problemas en corregir esa redacción tartamudeante y, de paso, ofrecer algo parecido a un argumento.
Aquí lo esperamos.
Por mi lado, espero ansioso que Gustavo dé la cara, las huellas digitales, curriculum vitae y literario; ya que él se aferra con pezuñas y colmillos para fundamentar sus (humildísimos) comentarios en nuestros datos y actividades.
Si se considera NADIE (como dice falazmente), ¿desde qué lugar da consejos para manejar una editorial o administrar un blog? ¡Y hasta para escribir poemas! Yo también quiero tener los mismos recursos argumentativos que él (aunque por sus dichos casi no me hacen falta). Hasta me tengo que bancar que me incluya en el "grupo Uno" cuando nunca trabajé allí y ni cobré un peso. Sólo he mandado un puñado de reseñas críticas que, amablemente, me las publican a cambio de...nada; ya que Cultura de Los Andes y los demás diarios ni siquiera tienen este espacio de colaboraciones.
Convengamos que el "autoelogio" y la "autocomplacencia" son un mal de todos los que escriben (poetas o periodistas) en Mendoza. Pero
te invito a que paseés por los blogs de los otros redactores de E.D. (María Castaña, Planeta Sergio...) y te fijés en los comentarios que les hago. Generalmente son críticas constructivas y propuestas serias de trabajo. Aunque también me gusta mucho de las cosas que escriben, hay que decirlo. Además, basta leer los domingos el suplemento Estilo de L.A. para ver cómo se "inflan" a escritores y poetas que no tienen más de 20 poemas escritos. ¡Por favor!
Te cuento, si te interesa, que el nombre El desaguadero habla más de cómo confluyen la poesía, la reflexión y las distintas opiniones. Hasta vos te "desaguás" infectamente aquí (¿o me equivoco?). Y decís que no somos una revista abierta. Abierto es el que se muestra, deja que los demás conozcan su terreno y lo pisen. Yo, lamentablemente, no puedo hacer lo mismo con vos.
Ah, y es verdad que yo (todavía) no tengo "laureles" fuera de la provincia. Ni creo tenerlos tampoco aquí dentro. Sólo he publicado tres libros y tengo una editorial que hace 7 años edita poesía y narrativa de escritores, que si no, tal vez tendrían sus obras en un archivo perdido en la PC. Y siempre repito que perdí más veces el Vendimia que las que lo gané (que fue una sola, todos lo saben). ¿Tanto molestó que una obra mía lo ganase? Pensé que la buena gente (pienso que los escritores lo son) se iban a alegrar. Además coincido con vos que es más importante escribir, siempre. Pero también lo es construir y, como no te conozco, no sé qué has escrito y hecho en estos años para que me vengás a decir lo que tengo que hacer. Si lo hiciera Guzzante, Rosales, Álvarez Quintana, López, Frías o Rodón me detendría a pensar. No soy tan obtuso. Pero tus dichos y tus preceptivas me tienen sin cuidado. Sólo soy un cabeza dura que le habla a NADIE.
Te invito entonces (y no es un consejo de los que vos das a lo loco ni mucho menos una orden) a dos cosas:
1- Si decís que no vas a comentar más (como ya has amenazado dos veces) que seás coherente y lo cumplás. O no lo digás más (por eso te "invité a retirarte" en mi último comment, y no Toledo). Por tu dignidad, nada más.
2-Que montés un blog de lo que sea (si es de poesía y literatura, mejor)a ver qué pasa. A ver si te bancás los comentarios de otros. Mirá si es mejor que el nuestro, más completo e "internacional" (que tanto te interesa).
Hasta que no suceda eso, yo sí -te juro- que no te comento más.
Pd: disiento con Fernando G. Toledo en expresar órdenes (aunque son sólo chistes, che) o borrar los comentarios por estar escritos con signos propios del chat o sms. Pero este blog lo administramos los dos en representación de los cinco redactores y me hago cargo.
No guardo los comentarios, pero el que borraron decía más o menos (un abstract):
* que la actitud de pedir documentos, (agrego) C.V., huellas dactilares etc es directamente POLICÍACA.
* que las sugerencias y críticas son sólo eso, si quieren las toman y si no, no. Hagan lo que quieran, cada quien elige etc etc.
* algo sobre di Benedetto y T.S. Eliot, que no tengo ganas de volver a redactar.
* borrar un comentario me parece bastante violento, sobre todo si es respetuoso y "tiene cosas interesantes", sólo por estar escrito con "q" o "x" de tanto en tanto. Ni siquiera queda la constancia de "comentario suprimido por el autor", salvo, por suerte, las palabras de Toledo.
* Saludos
Además, se han ido de mambo solitos, mi crítica al libro de Toledo fue esta:
"Si querés amplío: en tus poemas se nota oficio, es -para mí- un libro correcto del montón de libros correctos que se publican en todos lados. Es por tanto un libro respetable que, siguiendo la nota de Guzzante, no asume ningún riesgo. Hay que reconocerle un mérito, y es que cumple con lo que promete en el título: no llega a ninguna parte. Si ese era tu objetivo, lo has logrado, y si a otros lectores les interesa un viaje quieto por tu subjetividad, perfecto. Me parece bien que lo publiques, no invalido tu libro, q tendrá los lectores que se merezca."
Si toda esta polémica se ha ido al carajo por algo tan simple, básicamente me parece que no hay demostración mejor de lo que pueda significar la expresión "enfermos del ego".
lo corregí para que no lo borren
Háganse cargo.
Saludos
"que"
Ahora sí. Veo que Gust-Evo es tan humilde como para cumplir con cortesía las normas de la casa. Claro que para él tener normas es ser policía, y bueno, no tenerlas será ser delincuente. Qué sé yo.
Disentimos con Hernán con el tema de las bromas y la exigencia de la buena escritura. Lo tendremos que charlar en la próxima reunión de redacción. En este caso, Gust-Evo escribía mal ex profeso, y luego de la advertencia de que no lo hiciera. Yo creo que esperaba que lo borrasen. Qué sé yo.
Al final, éste es mi abstract:
[G] Gust-Evo dice que somos soberbios y que la humildad nos haría mejores escritores.
[FGT] La respuesta es que, por un lado, no somos soberbios y él no ha fundamentado tal acusación. Por el otro, que he dado pruebas claras de que la «falta de humildad» no mella en nada la calidad de un autor.
[G] Gust-Evo nos acusa de no trascender con nuestro trabajo las fronteras de Mendoza, que nadie nos lee, etc.
[FGT] Nadie sabe por qué a Gus-Evo (el abanderado de los humildes) le preocupa que salgamos de las fronteras, pero en cualquier caso lo que él dice es falso al menos para quien esto escribe. Ya la nota de Mariana Guzzante, que destacaba ese aspecto (cómo de a poco algunos autores locales llamaban la atención en Buenos Aires u otros sitios), mencionaba mi última publicación por estar prologada por al gran Claudia Masin. No viene al caso mencionar otros casos (ya Hotel Alejamiento) incluía palabras de presentación de una leyenda de la poesía argentina: José Luis Mangieri), pero Gust-Evo no se hace cargo de la refutación que esto significa para su tesis, y no se hace cargo de la misma.
[G] Gust-Evo nos acusa de tener «conductas policíacas» (¿?) por el hecho de que un botón en la barra lateral diga, con una broma que sólo Gust-Evo no captó, «Escriban bien: es una orden». Al mismo tiempo, se queja porque pedimos que abandone la cobardía y dé la cara
[FGT] Como está dicho antes, el botoncito de la barra lateral encabeza un link a una página en la que se aboga por una escritura sin errores ni abreviaturas tartamudas en los comentarios de los blogs. Una campaña que nos gusta apoyar, o me gusta apoyar (hablo de mí: que los otros desaguaderos opinen al respecto), con lo cual si no le Gusta a Gusta, es su problema. En cuanto al anonimato, creemos que éste le permite decir cualquier cosa sin hacerse cargo de ella (¿lo hace por humilde o porque es un pelafustán?).
[G] Finalmente, Gust-Evo nos acusa de preceptivos.
[FGT] Gust-Evo apoya su tesis justamente en la broma de la barra lateral («Escriban bien: es una orden»), pero él se la pasa vertiendo «críticas», «consejos» y «sugerencias» que tienen menos valor que un billete de 3 pesos (es mi humilde opinión), y no porque no se sabe de qué pelafustán (o no) viene, sino porque no tienen sentido alguno. Su crítica puntual al libro Viajero inmóvil, por último, es bienvenida como otras opiniones, pero dicho todo lo anterior, ciertamente sería un elogio que Gust-Evo se despachara «destrozándolo». De ese modo, yo tendría que poner en la balanza su ignota e infundamentada palabra junto a la opinión del libro que ha dado Claudia Masin, por ejemplo.
Creo que es tiempo de decirle a Gust-Evo que será bienvenido cuando se saque la careta. Tirar desde la sombra es lo que hacen, ay, los mafiosos que él ve, como fantasmas, por todos lados.
Fernando: te hago una pregunta sólo a vos. ¿Cómo es posible que este muchacho "ex-anónimo" sepa tanto de "Viajero inmóvil"?¿Cómo es posible que juzgue tu libro con tanta precisión con sólo dos poemas publicados en este blog? Que yo sepa, tu nuevo libro aún no está en las librerías ni lo has presentado, y sólo se lo has repartido a algunos periodistas especializados que no llegan a diez(muy puntuales, por cierto).
Esto me hace pensar dos cosas:
*O el muchacho es un bocón y no se da cuenta que su crítica no tiene fundamento (ya que ha leído un 10% de la obra y lanza juicios tan lapidarios como lamentables).
*O, el muchacho en cuestión, es una especie de sicario de un cobarde que no quiere publicar con nombre y apellido ni aquí ni en el medio en el que trabaja.
El círculo se cierra. O estamos ante un bocafloja sin argumentos o es un títere cobarde que chapotea en el mismo barro de sus mentiras. Para el caso me da igual.
Hernán:
Por supuesto que lo había advertido. Falta la opción de que alguien a quien le obsequié el libro lo haya prestado con una rapidez tan fabulosa que Gust-Evo haya podido leerlo y asimilarlo. Sí, el círculo es pequeñito, pero en ningún caso se salva su valentía. Tanto no se puede pedir: será cobarde, pero al menos ¿es humilde?
Espero que si este blog tiene los comentaristas que se merece, lo de Gust-Evo sea una mera anomalía. Sería muy triste merecer algo tan patético.
"Es un libro respetable que no asume ningún riesgo", como dice Hernán, no se puede hacer ese comentario sin haber leído la obra completa. O este Gustavo tiene el libro y utiliza un falso nombre que esconde el de alguien que conoce el texto en su totalidad, o es un completo irresponsable que lapida una obra sin conocerla siquiera.
Me parece igual que nos estamos enroscando a la macana.
El día que des la cara, como todos acá -y no por ego precisamente-, serás bienvenido. Pareces una persona inteligente a la que le gusta debatir pero con serios problemas de personalidad que tendrías que tratar con un especialista.
a) Es inherente a los blogs escribir con nicks, "Proyecto Ma. Castaña" o "Escenario", por ejemplo, o con seudónimos o como anónimo, aunque en este ya no se permita. No veo que haya cobardía en eso, ni que tenga ningún tipo de obligación de dar más datos. Llenar o no los otros campos (“películas favoritas”, “blogs que sigo” etc) es opcional, son las reglas de juego, si no les gustan ¿para qué hacen un blog?
b) Toledo, tu libro también estuvo, según tengo entendido, en el stand de la feria del libro. ¿No se vendió ninguno, ni siquiera se robaron algún ejemplar? ¿tan mal te fue?
Ya deberían saber que los libros, una vez editados, tienen vida propia: se prestan, se intercambian, se pierden, se regalan, se scanean, se fotocopian ¡se microfilman! con esas maquinitas que tenemos los sicarios, claro que a mí, con las pezuñas, se me complica (imagináte tipear todo esto). Agradezcan que soy un pelafustán bueno y les tengo paciencia, que si no voy y les aflojo la boca de una trompada, para que quedemos en igualdad de condiciones.
Gustavo:
a) ésas serán las reglas de Blogger, no de este blog.
b) Tenés mal entendido lo de la feria. ¿O acaso no sabés leer donde decía que iban a estar los libros editados durante 2008? Entonces, ¿de dónde lo leíste, «pelafustán bueno»?
Ah: no me interesa ni medio que nos tengás paciencia. ¿Entonces?
Chau.
c) Schillagi: sigo preguntándome qué puede haberte molestado tanto como para que me echaras, me insultes etc. Todo ese comentario lastimero donde hacés catarsis sobre lo del premio vendimia etc, corre por cuenta tuya, había decidido soslayarlo pero, ya que te la buscás, te digo: ahora entiendo mejor que tu amigo Toledo te haya otorgado el premio, para compensarte un poco -con los fondos públicos de la provincia- por que hayas trabajado tanto y gratis para el multimedios Uno (ahora sí, me refiero a la empresa de Vila y sus secuaces). Es una lástima que pongas tu talento al servicio de algo así, pero son decisiones que cada escritor adopta libremente, y como tales, afectan a tu imagen, ya sabés, eso de la responsabilidad que conlleva el libre albedrío.
Háganse un favor, y dejen de ponerse en ridículo solos, bien podrían haber llevado esta polémica de una manera más digna, en el terreno de las ideas. Ya están dando vergüenza ajena ¿No podían aceptar sencillamente que un lector cualquiera opine de un modo diferente al de ustedes? Decir que a otros lectores sí les interesa o le puede interesar “viajero inmóvil” por esto o por aquello, qué se yo, pensar un poco, con un poco más de vuelo.
Tus críticas en los otros blogs están muy bien, son las que se hacen a poemas inéditos que todavía pueden ser modificados, en este caso no serían pertinentes. Para crítica de blog, la mía, según creo, está bien: es respetuosa, es lo que pienso, no es ni lapidaria ni invalidante de otras opiniones o críticas diversas, admite otras lecturas etc. Aprendan a aceptar que otros puedan leer, pensar y escribir de una manera diferente, sugerencia o crítica constructiva 4.
Saludos
-Proyecto María Castaña es mi blog y me identifico con él cuando comento. De todos modos, mis datos completos están a dos click. Ah, doy una de mis caras más actuales. Si te hiciera falta, mi tipo sanguíneo es A+. Me molesta que no te presentés, nosotros debatimos, nos conocemos, hablamos de frente, ¿acaso tenés algo que ocultar?
-¿Cómo podés asegurar que Schillagi trabajó gratis en el diario Uno? ¿O afirmar que Toledo no vendió Viajero en la Feria? Me indignan tus aseveraciones sin fundamentos que las sustenten y desde el más impune anonimato. Después decís que sos respetuoso, allá vos con tu concepto tan particular del respeto, casi que podés remantizar el término.
El que no deja de ponerse en ridículo sos vos: Fernando, en un trabajo meticuloso, ha desarmado "con ideas" cada una de tus falacias, ¿qué más querés?
Te desafío a que hagás una lectura completa de Viajero -parece que lo tenés- y realicés un comentario del mismo. En ese momento voy a estar para compartir coincidencias y debatir divergencias.
Gustavo, nadie te echa pero hacés acusaciones fuertes y críticas lapidarias -aunque las niegues- y tenemos derecho a saber de dónde vienen las agresiones.
¿Quién te enseñó las reglas del Blogger? No las conozco ni me interesan. Parecería que en tu código de normas "la primera enmienda" es tirar piedras y esconder la mano: éticamente, este tipo de comportamiento apesta.
María Castaña,
Lo dijo el propio schillagi, unos 14 comentarios más arriba, el 26 de mayo a las 17:28, para más datos.
Salvo vos, en uno de los primeros comentarios, ningún otro de ustedes ha hecho una crítica afirmativa del libro, que sería mejor que exigirme a mí una crítica negativa que, por otro lado, no tengo ganas de hacer, ni por qué hacerla, ya que el libro me parece respetable, aunque particularmente no sea de mi gusto. A otros puede gustarle o parecerle interesante por equis causa, y me parece bien, estamos en democracia, ¿no? toda opinión es válida. Hasta podría acordar o disentir con otros aspectos del libro que yo no hubiera detectado.
Por lo demás, una pregunta no es una afirmación, para eso se ponen los signos interrogativos.
Y "anónimo" quiere decir "sin nombre", no es el caso puesto que yo tengo uno, Gustavo, y si a blogger le basta con ese dato para darme una cuenta (como por otra parte, a millones de usuarios, que pueden optar por no poner nada en los otros campos), no tengo por qué someterme a sus órdenes o exigencias policíacas.
Insisto en que son críticas y/o sugerencias constructivas, allá uds si las toman o no, de mi parte no hay tales insultos o agresiones, debatir sobre el rol del intelectual en la sociedad, la literatura, la retórica o un libro no me parece que esté reñido con la ética, al menos no con la mía, al contrario, me parece muy saludable. Borrar comentarios de prepo, no aceptar el disenso, esas cosas sí me parecen reñidas con la ética, aunque se muestre la mano.
Gustavo: ¿y quién borra "comentarios de prepo"? (*) Las normas las pone la casa, claro que sí. Eso se sabe desde AB (antes de Blogger), y como digo antes, todo bien con tu mafioso anonimato, pero si dieras la cara entenderíamos que te hacés cargo de esas cosas sin sustento que decís o te inventás, así como de las contra-argumentaciones que se te hacen y que esquivás constantemente.
Vamos, que estoy esperando que perdás la paciencia y cumplás tu amenaza.
(*) La advertencia era que se te iba a borrar si no cumplías con las normas básicas de este blog. Era una orden: veo que la cumpliste. Gracias por tu docilidad.
Bien, leí lo de Schillagi sobre sus colaboraciones en Uno -y muy honroso esta de ellas pese a que no tiene rédito monetario porque entiende que no existen espacios en donde se comenten y difundan nuevos textos-. Pero la inferencia de que Toledo otorgue un premio -¿y el resto del jurado?- a su amigo para compensar esta "explotación" laboral es tuya, querido. En verdad, una asociación bien malintencionada de los datos que leés.
Aburrido estoy. Doy por terminada la "conversación".
Me gusta la frasecita de Toledo: "aburrido estoy". Qué bien nos hubiera hecho (a todos) si no hubiera aguardado tanto para pronunciarla. De todos modos debo confesar que hasta el comment 35 me divertí.
Como el 53 es un número horrible impar, perdonen mi amor por los pares, aunque aburrida, cierro con este 54.
Para que quede en 55, agrego un dato que estimo importante: el libro puede adquirirse en la librería García Santos (San Martín 921, Ciudad de Mendoza).
Mamita, que manera de perder el tiempo. Hernán, Fernando G., tienen cosas mucho más importantes que hacer (al menos, seguir escribiendo) que sostener una "polémica" de este tipo. En otros tiempos, esto hubiera terminado en duelo. Cruzar plumas vale cuando hay un objetivo superador que no alcanzo a divisar. Y si uno de los dos (contrincantes) no quiere, no hay discusión - Un abrazo - Roque Grillo - comentarista anónimo
Roque: gracias por visitar la revista y tomarte el tiempo para leer taaantos comentarios. Tenés razón en cada una de tus palabras. Sobre todo en discutir con un objetivo que trascienda la retórica.
Un abrazo.
Pavadita de prólogo, eh? Será un placer leerlo, Sr. Toledo, como siempre. Felicitaciones tardías.
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