domingo, 15 de septiembre de 2013

Festival de Poesía de Mendoza 2013: entrevista a Fernando G. Toledo

Fernando G. Toledo (Foto: Camila Toledo)
«El público mendocino se deja siempre avasallar por la poesía»





Celebrar la palabra y también el silencio, un festival poético implica estas acciones y las hermana. Pero también representa el encuentro de personas que van a compartir el goce de conocerse «cara a cara» más allá de la lectura y conocimiento de una obra o el contacto virtual. Además, un festival es, necesariamente, presentación, puesta en escena. Los poemas se ponen de pie, salen de la intimidad del papel para prodigarse entre los asistentes.

Entre el 26 y el 29 de setiembre se realizará el Primer Festival de Poesía de Mendoza en el marco de la Feria del Libro. Participarán poetas de la talla de el nicaragüense Ernesto Cardenal, el chileno Arturo Volantines y de argentinos como Jorge Leonidas Escudero, María Negroni, Santiago Sylvester, Claudia Masin y Luis Benítez. Hablamos con el director de este encuentro, el poeta y periodista Fernando G. Toledo que nos dio detalles de esta experiencia inédita en la literatura mendocina. Además, presentamos el dossier especial sobre el Festival con datos sobre los participantes y sus poemas. 

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–¿Cómo surge la iniciativa de realizar este Festival?


–Desde hace unos cinco años venimos acunando la idea de un festival con Hernán Schillagi, eterno compañero de correrías poéticas. La intención surge más o menos en los tiempos en que abrimos la revista El Desaguadero, y forma parte del mismo afán que nos ha llevado también a insistir con una editorial de poesía, como Libros de Piedra Infinita, y con otros proyectos que están por ahora durmiendo el sueño de los justos. Pero habíamos llegado a un momento en que teníamos a disposición de nosotros la posibilidad de tomar contacto con muchos poetas que admirábamos y quisimos entonces hacer lo que se hace en otros lugares pero no se hacía en Mendoza: celebrar la poesía con un encuentro de poetas. Lo propusimos hace mucho a Fabricio Centorbi, quien fue el primero que se sentó a escucharnos, cuando estaba al frente del teatro Independencia. Es que nuestra idea primigenia era que esa sala fuera sede del festival junto con otros lugares de la provincia. La cuestión se mantuvo así, en mero proyecto, hasta que este año las autoridades de Cultura se animaron a hacerlo. Centorbi ya sabía de nuestro trabajo, había leído nuestro proyecto y supongo que consideró tenía la seriedad suficiente como para darle salida a través de un ente oficial. Y así fue.

–¿Por qué 2013 es un momento oportuno para hacer este Primer Festival de Poesía? ¿Qué condiciones están dadas hoy que antes no existían?

–Creo que se conjugaron muchas cosas. Por un lado, al menos desde que nosotros propusimos el festival hasta ahora, otras provincias también se animaron a tener su propio festival. Este género, aun siendo lateral, es uno de los que mejor se ofrecen para lecturas en voz alta, que combinadas con otras actividades pueden conformar una propuesta inmejorable, sobre todo en el marco de una feria del libro. La condición que se dio ahora tiene que ver, en fin, con la decisión de hacerlo de una vez por todas. Supongo que no es fácil apostar por un festival así, y siempre habrá reticencias: los poetas no suelen ser los autores más populares de la literatura y hacer un esfuerzo económico y estratégico para convocar a poetas de diversas latitudes sólo puede decidirse cuando uno confía en el valor enriquecedor que puede tener, desde unas variables que no involucran ni la resonancia mediática, ni la convocatoria multitudinaria: tiene que ver con el mero aporte estético que nuestros grandes poetas pueden brindar con su presencia y su obra. A la toma de decisión por parte del gobierno (un particular no puede hacerse cargo de un festival así, a menos que le sobre el dinero), se suma un hecho que podríamos llamar «conocimiento del campo»: yo participé este año, como poeta invitado, de dos festivales internacionales de poesía, el de Buenos Aires y el festival itinerante Abbapalabra, que pasó por Mendoza. Cada uno me proporcionó experiencias importantes para terminar de darle forma a esta primera edición de un Festival de Poesía en Mendoza. Los compromisos personales no le permitieron, sin embargo, a Hernán participar de la organización, del trazado, de la elección de nombres y de todo lo que representa la dirección del festival, pero el impulso ya lo habíamos dado juntos e igual me animé a hacerlo realidad.

–¿Quiénes colaboran con vos en este proyecto?

–En esta ocasión muchos han colaborado. Primero, Marizul Ibáñez (ministra de Cultura) y Fabricio Centorbi (subsecretario de Gestión Cultural) con la decisión. Luego, Leonardo Martí con el trabajo abarcador de la Feria del Libro 2013, en la que está inserta el festival. Y luego Carlos Levy, quien ha ejercido como asistente de dirección y ha trabajado mucho a la hora de establecer contactos con algunos poetas y en la propuesta de otros. Virginia Oviedo (del ministerio) y mucha gente que trabaja en la feria, terminó de cerrar el círculo. A ello se suma todo el trabajo de asistencia que tiene gente más cercana a mí, como mi esposa Romina Arrarás, quien me acompañó al festival de Buenos Aires y también pudo empaparse del funcionamiento para colaborar en infinidad de cuestiones. Schillagi mismo ha servido de consejero en ocasiones, así como la poeta Marta Miranda.

–¿Quiénes serán los invitados extranjeros y nacionales?

–La lista de participantes es excelente. Me gustaría decirlo de un modo en que ese elogio no se transfiera a mí: la excelencia tiene que ver con la obra poética de cada uno de los invitados, a quienes yo simplemente he posibilitado que confluyan entre el 26 y el 29 de setiembre en Mendoza. Lo digo como cualquier amante de la poesía, que no puede menos que alegrarse por saber que estarán en nuestra provincia brindado recitales nombres como los de Ernesto Cardenal (Nicaragua); William Agudelo Mejía (Colombia); Jorge Leonidas Escudero (San Juan); María Negroni (Santa Fe); Santiago Sylvester (Salta); Claudia Masin (Chaco); Luis Benítez y Gabriel Cortiñas (Ciudad de Buenos Aires); Leandro Calle (Córdoba); Arturo Volantines (Chile); Graciela Aráoz y Gustavo Romero Borri (San Luis); Ricardo Luis Trombino, Reyna Domínguez, José Casas y Alfia Arredondo (también de San Juan); Víctor Condal Nobre (Portugal-San Juan) más los mendocinos Mercedes Araujo, Bettina Ballarini, Patricia Rodón, Rubén Valle, Dionisio Salas Astorga, Omar Ochi, José Luis Menéndez y el propio Schillagi.

–¿Qué criterios utilizaste a la hora de seleccionar quiénes vendrían?

–Hay muchos criterios en juego. Hay uno y principal, y corresponde a algo «vaporoso» para una consideración objetiva como es la valoración estética de la obra de cada uno de los invitados. Fueron elegidos poetas que tienen obras que me parecen muy valiosas, cada uno en su estilo: si otro fuera el director del festival y siguiera ese primer criterio, seguramente no todos los nombres coincidirían. Pero también hay un afán federalizador (que haya representantes de varias provincias argentinas), que influyó en las decisiones. Por supuesto entró también en el juego un tema de agendas, ya que hay poetas que no podían venir aunque estaban dispuestos y por ende pasamos a otros que tenía en una lista y que sí podían. También fue importante pensar en que este festival es sólo el primero, un capítulo de algo que pretende instalarse en Mendoza (jamás lo vería como algo que se agota en una sola edición: cada año deberé convencer a quien tenga ánimos de apoyarme que hay que seguir haciéndolo): así, siguiendo los mismos criterios que te dije, la lista podría ser enorme, pero habrá nuevas ediciones y por suerte hay muchos poetas, tanto en Mendoza como en todas partes como para conformar nuevas ediciones. También hay que decir que hubo, finalmente, límites económicos: quedaron afuera poetas que deseaba participasen pero que, por ahora, resultó imposible invitar por una cuestión presupuestaria.

–¿Cómo reaccionaron los poetas convocados ante la invitación?

–Por suerte, de manera irresponsable (risas). Quiero decir con esto que pusieron por delante su enorme amabilidad y sus deseos por visitarnos, confiando en alguien como yo, que jamás había organizado un festival poético en una provincia que jamás había tenido un festival de estas magnitudes. Muchos de ellos lo hicieron, sí, porque me conocían, o porque conocían a Carlos Levy. Otros, simplemente, lo hicieron porque son tan generosos como para compartir con los mendocinos su hermosa obra.

–¿Qué poeta te sorprendió más con su aceptación a participar?

–Sería injusto mencionar sólo a alguno. Son muchos de ellos poetas de enorme prestigio, que han transitado muchos festivales y que tienen muchas ocupaciones además de la más importante: escribir lo que escriben. Aun así se sumaron a la aventura. Sí puedo dar ejemplos: Mercedes Araujo (una mendocina que no vive en Mendoza), se ofreció a pagar su traslado y alojarse en casa de sus familiares “para que lo que podría haberse gastado en mí se utilice para la visita de algún otro poeta”. Claudia Masin también propuso hacer un traslado por sus propios medios. Otros poetas asumirán el costo del alojamiento por más días de los previstos, también por su cuenta, o de quienes los acompañan. Merced a esas actitudes, y a otras tantas, los propios poetas a los que nosotros debemos agradecer por traernos su presencia, su voz y sus versos, ponen más de sí mismos para estar aquí. Es algo que no me cansaré de agradecer.

–Para organizarlo, ¿has tomado como referencia otros festivales?, ¿qué rescatás de estas experiencias que quisieras ver materializadas en este festival?

–Como te contaba antes, mi experiencia personal tuvo que ver con la participación en dos festivales internacionales, uno muy distinto del otro, además de un encuentro en San Luis hace varios años. Pero, por supuesto, desde hace mucho estoy atento a los diseños de festivales referenciales como el de Medellín o el de Rosario, más el reciente que comenzó a hacer Córdoba. Aprendiendo de lo que hacen en cada uno de ellos, le sumé un diseño que pretende tener su propia personalidad, sin estridencias. Y, de hecho, hay muchas propuestas en lo que yo pretendo de un festival que en esta primera edición, por ser la primera, no se podrán hacer, pero espero llevar a cabo con el transcurrir de las próximas entregas.

–Es decir, que siempre la idea es apostar por la continuidad…

–Sí, porque confío mucho en lo que puede aportar este festival a una tierra que ha tenido grandes poetas. Para los poetas locales, que son muchos y muchos de ellos muy buenos, esto representará una invalorable posibilidad para conocer de cerca la obra y personalidad de muchos de ellos. Para el público que gusta de la poesía, lo mismo. Y hay tantos y tan buenos poetas, y tan grande el alimento que puede ofrecer algo así, que pensar en una sola edición sería pensar con estrechez de miras.

–¿Qué actividades paralelas se realizarán en el marco del festival?

–No habrá actividades «paralelas», todas serán actividades del festival. Sí habrá una «columna vertebral», que serán las lecturas, los recitales poéticos de los nombres que te mencioné. Pero habrá muchas otras cosas, muy interesantes: un homenaje a Escudero, por ejemplo. Una mesa en donde se reflexionará sobre la traducción de poesía. Los directores de la revista La Guacha hablarán sobre los 15 años de esta publicación, y serán acompañados por la gente de El Desaguadero. Habrá un hermoso homenaje a Teny Alós, recientemente fallecido, y no un homenaje cualquiera: estará a cargo de sus compañeros de aquel referencial grupo «parapoético» llamado Las Malas Lenguas. Habrá una presentación de un libro póstumo de ese gran poeta del tango que fue José María Contursi, y cuya publicación se ha gestado en Mendoza. También habrá encuentros con escritores, la proyección de dos películas (Oro nestas piedras, sobre Escudero, y El jardín secreto, sobre Diana Bellessi) y, en el año y el mes en que se conmemoran los 40 años de la muerte de Neruda, un panorama de la poesía chilena que vino después del autor de Residencia en la tierra. Y habrá un hermoso cierre musical a cargo de la banda Altertango, que estará presentando su nuevo disco. Este grupo siempre ha puesto mucha atención a la poesía de sus letras, y en este disco se incluyen no sólo líricas de algunos poetas sino también un homenaje a Alejandra Pizarnik.

–¿Qué encontrará el público que asista?

–Primero podrá escuchar, en eventos con entrada gratuita, a poetas formidables. Los escuchará leyendo sus propios poemas, develándonos los acentos y pausas de cada verso, verá qué poemas eligen y tratará de dilucidar por qué. Podrá acceder, seguramente, a tener en sus manos libros de esos mismos poetas. Podrá emocionarse con los homenajes, escuchar las reflexiones que hagan con los temas propuestos.

–Has participado en numerosos recitales, encuentros y festivales poéticos en todo el país, ¿qué características tiene el lector/oyente de poesía mendocino comparado con otros?

–Como no ha habido, según yo sepa, un encuentro de esta magnitud, hay que decir que el público se formará también con estos festivales (siempre, como ves, no hablo de este que es el primero: pienso en una continuidad). Pero lo que yo puedo atestiguar con lo que han sido mis propios recitales poéticos o los tantos a los que he asistido, el público mendocino se deja siempre avasallar por la poesía y es, en ese sentido, un público excelente cuando se dispone a escuchar, cuando quiere dejar alimentarse.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones Fernando por el festival. Abrazo grande desde Córdoba
Leandro

Fernando G. Toledo dijo...

¡Gracias, Leandro! Te estamos esperando para ponernos en contacto con tu poesía.
Abrazo.

Fernando G. Toledo dijo...

La entrevista se realizó antes de que el poeta chileno A. Bresky, quien iba a ofrecer la charla sobre la poesía post Neruda, avisara que no podrá asistir por problemas de salud. Quedará entonces en nosotros la tarea de evocar a Neruda con nuestras palabras.