Pirsin, de Débora Benacot. Ediciones Culturales de Mendoza, 2012.
por Sergio Pereyra
No
es azaroso que aristas, aritos, espina, anzuelo, garfios, colmillos y, por
supuesto, «pirsin» (castellanización juguetona del inglés piercing); pero también,
insertar, perforar, punzar, agujerear se sucedan en estas páginas. Porque Pirsin (Gran Premio Vendimia de Poesía
2011) de Débora Benacot, es un libro acerca del dolor.
Ya
desde el primer (y hermoso) poema, cuya anécdota gira en torno a una criatura
nacida a poco de una muerte prematura, el dolor se hace presente. Porque:
(…)
de
todo lo que alcance
a
cuestionar su rebeldía
el
mito del abuelo
será
la única herida
que
todavía sangre.
Sin
embargo, no es la muerte el único motivo de pesar. Hay otros. Entre ellos: la
tenacidad del miedo:
(…)
para
qué
si
te dejaron
adulto
solitario
los
miedos en ayunas
en
medio de la jungla.
El
paso del tiempo y la consecuente pérdida de la inocencia:
(…)
Habrá
que hacer el duelo
de
aquello que ya nunca
vuelve
a ser lo de antes (…)
Las
imposturas:
Es
mentira que un escritor
que
se precie
deba
fumar
beber
alcohol con frecuencia
posar
frente a su biblioteca
mientras
acaricia un gato (…)
Pero hay momentos en que no hay anécdota donde apoyarse, la anécdota
es el dolor mismo. Entonces, tal vez porque aprendió con Bodoc «(que la
poesía) es un gran atajo porque se puede decir en cinco palabras lo que
llevaría varias páginas narrativas. Además, dice con una espesura que
ningún otro registro consigue», Benacot apela a la concisión, y en uno
de los textos más logrados afirma:
Para
asomarme a explicar
lo
que esto duele
tendría
que escribir
el
resumen
más
largo
del
mundo.
Líneas que se clavan en la mente y el corazón del lector, y recuerdan
que la poesía puede ser una experiencia intensa y transformadora,
aunque también (o por eso mismo) muy difícil. Más en un poemario como
este, donde, texto a texto, se configura una voz que, amén de dar unidad
al conjunto, expresa una visión de un pesimismo, a nuestro entender,
apenas morigerado por cuatro circunstancias. La primera, el horror a la
muerte, que nos coloca frente a la paradoja expuesta por un personaje de
Woody Allen: «Pues básicamente así es como me parece la vida: llena de
soledad, miseria, sufrimiento, tristeza. Y sin embargo… se acaba
demasiado deprisa». La segunda, la postura crítica del yo que enuncia
los poemas hacia ciertas conductas, porque esta, en mayor o menor
medida, implica siempre una posibilidad de cambio y, por ende, de
mejora. Finalmente, y siguiendo el razonamiento de Allen, el amor y la
escritura, que abiertamente provocan el lamento por el final abrupto de
todo.
En
cuanto al tratamiento formal de estos temas, y si como apunta María Negroni: «escribir es la simple percepción de algo
que solo puede captarse con esas palabras, ese tono, esa sintaxis, esa dicción
y no de otro modo», Benacot ha encontrado en la austeridad sintáctica y el medio
tono su manera, que contrasta con la inclinación a los adornos retóricos de su
primer opus (Ácaros al sol, 2011), y, fundamentalmente, con el título del
volumen que venimos analizando, ya que la connotación decorativa de la palabra
pirsin está casi ausente. Exceptuamos el ¿dibujo? que ilustra la portada, que nos
permite suponer que su diseñador no leyó el libro, ya que a este, quizá, le
hubiera sentado mejor una imagen más sobria. En cualquier caso, vale aclarar
que esta austeridad es engañosa, como suele serlo todo lo que a primera vista
parece simple, y no debe por tanto confundirse con desidia, pues un análisis
minucioso revela el uso genuino de variados recursos poéticos. Entre otros: anáfora,
aliteración, encabalgamiento, metáfora y comparación; que la pericia de la
autora ha tornado casi imperceptibles.
Pero
aunque en Pirsin, como acabamos de
ver, la voz de la poeta se haya despojado, hay un estilo reconocible, configurado
por la persistencia de ciertos rasgos presentes en su libro anterior.
Concretamente: la mirada extrañada, como de recién venida al mundo:
Descubrió
que su cuaderno
de
espiral
también
tenía un pirsin (…)
guardián
de aquellas
ochenta
hojas rayadas
papel
obra
industria
argentina.
Y el humor (ciertamente menos risueño y más melancólico):
La
mariposa de una bicicleta ajena
incrustada
en la pierna
de
la hermana
y
desde entonces
cada
vez que llaman a la puerta
uh, lo que le hiciste
al vehículo de ese pobre hombre
escuchá el timbre
es la policía
que viene a buscarte
pero
los niños
no
son crueles
solo
siembran
en
cada familia
las
anécdotas.
En
una entrevista concedida a esta misma revista meses atrás, Benacot señalaba que: «Cuando el mecanismo (el poema) queda oportunamente ensamblado en su
unicidad y extrañeza (…), solo es cuestión de tiempo para que el lector se acerque,
toque, se pinche, sangre (…)». Declaración
que funciona como una suerte de arte poética del libro, pues sospechamos que el
lector que se arrime a este Pirsin,
como quien apoya su mano en el tallo de una rosa, seguro se pinchará, seguro
sangrará. Pero asimismo, que no habrá queja alguna en ello, porque pese a que con
el correr de los poemas pierda en ingenuidad y gane en escepticismo, la
punzante lucidez de estos poemas no desanima, muy por el contrario, espolea a
vivir una vida si no más intensa, acaso sí más auténtica.
Débora Benacot |
ALGUNOS
POEMAS DE PIRSIN
A
la recién nacida
pronto
van a ponerle
los
aritos abridores.
Nadie
la ha preguntado
si
está de acuerdo con eso
pero
pensándolo
bien
tampoco
si
quería aterrizar
en
este mundo indispuesto
si
estaba de acuerdo con su nombre
si
esperaba compartir habitación con el hermano
si
soportaría el mito de un abuelo extraordinario
muerto
justo
un mes antes de su nacimiento.
En
todo caso
cuando
crezca,
hará
muchas cosas
sin
consultar a nadie.
Sin
embargo
de
todo lo que alcance
a
cuestionar su rebeldía
el
mito del abuelo
será
la única herida
que
todavía sangre.
*
Recién
cuando contempla
a
esas mujeres
que
no usan adornos
ni
otro maquillaje
que
una sonrisa bien puesta
entiende
entonces
cuánto
hay de accesorio
en
este mundo
y
cuánto tiempo perdemos
a
diario
en
camuflar con placebos
la
belleza.
*
Quien
sospecha de cada uno
de
tus entusiasmos
y
te mira de reojo
y frunce
la boca
cuando
escucha tus verdades
seguro
es de esas personas
que
de todo se quejan,
que
provocan de costado,
pisan
en sólido
nunca
mezclan el vino con sandía
y
solo hacen el amor
con
cubiertos.
*
El
pájaro espino
sabe
que
un solo canto
vale
la pena
si
se nos vuelca
en
él
toda
la sangre.
*
De
las redes del olvido
te
salva
el
anzuelo oxidado
que
la memoria clava
a
tu paladar anfibio.
*
Y
acá me ves
los
nervios perforados
de
tanto esperarte.
Aparecé
pronto
no
me dejés esta angustia
como
un pirsin inefable.
Nunca
confié en la soledad
la
vida me queda grande
y
además
como
te dije aquella vez
vos
sos mi cábala.
*
Lo
que el perdedor
no
vislumbra
el ego agujereado
la bronca en el destino
es
que el premio
ya
es
haber
escrito.
*
Las
comas son
en
el texto
un
pirsin.
Los
puntos
en
cambio
son
queloides
de
un final (absurdo)
que
a duras penas
cicatriza.
2 comentarios:
Quality posts is the main to interest the viewers to pay a
visit the website, that's what this site is providing.
My website - soccer transfer news 2010
Thanks for your marvelous posting! I truly enjoyed reading it, you can be a great
author. I will remember to bookmark your blog and will come
back sometime soon. I want to encourage you to continue your
great writing, have a nice weekend!
Review my web-site ... arsenal transfer news transfer rumours
Publicar un comentario