por Hernán Schillagi
Intro
La sección consiste en que los poetas nos respondan tres preguntas (tres versos tiene el haiku) que están referidas a las tres características esenciales -según Matsuo Basho- del haiku japonés: en este momento, en este lugar, atravesados por una reflexión.
Fabricio Capelli, poeta y narrador nacido en San Rafael en 1972. Una vez terminados sus estudios universitarios se mudó a Campana, Buenos Aires, donde hoy reside. Junto con el grupo «La Secta Literaria» agitó las tierras sureñas a través de diversas publicaciones y fue partícipe de un Manifiesto estético y social de la Neovendimia. En 2005 publicó su primer libro, La Belleza del Mal. Actualmente está lleno de proyectos que traspasan las fronteras literarias y llega hasta las orillas de El Desaguadero para reflexionar en tres disparos certeros.
1-En este momento
Entre tus proyectos más inmediatos se encuentran un corto y un libro de poemas ¿Podés contarnos en qué consisten y cómo suenan en vos las cuerdas del lenguaje poético con las del cine?
El más inmediato es el corto cinematográfico La era de los milagros, que se estrenó en Campana (Bs. As.) en el mes de julio. El corto narra la historia de Ricardo, operario de una empresa siderúrgica, y de Damián, gerente comercial de la misma empresa. A raíz de unas marcas de óxido sobre una barra de acero que son interpretadas como el rostro de la Virgen, se desencadenan una serie de sucesos que pondrán en conflicto dos mundos disímiles: el de la fe religiosa, por un lado, y el de la cadena productiva y comercial de una empresa, por el otro.
Es mi primera experiencia como guionista y co-director, y puedo decir que fue un trabajo muy intenso (¡la cantidad de horas que se necesitan de filmación para un corto de 12 minutos!) pero muy, muy grato. Lo que había escrito en el living de mi casa, los diálogos pensados con mis voces mentales, los personajes imaginados en mi cabeza; de repente se transformaron en actores con voces, modismos y rostros reales, locaciones de filmación, tomas, ángulos, fotografía. Y finalmente en el proceso de montaje, en música, tiempos de relato, lenguaje narrativo. Todo muy intenso, como suelen ser las primeras experiencias, donde todo es nuevo y estimulante.
Y para 2011 tengo planeada la publicación de Los perros mecánicos, un libro de poemas donde dejo un poco de lado los universos oníricos de mi primer libro y exploro más la cuestión social, siempre bajo un código experimental. En este caso estoy tratando de experimentar la irrupción del relato dentro de los poemas, como así también la polifonía, dejando de lado el yo narrativo y encarando cada poema como si fuera un microrelato, con personajes que entran y salen del poema. ¡Veremos qué sale de todo esto!... El libro ya está casi terminado y ahora empiezo la tarea de corrección y de diseño gráfico de la página web. La idea es publicar tanto el libro como la plataforma web al mismo tiempo.
2-En este lugar
Como un autor mendocino que reside lejos ¿Qué aspectos te has replanteado para actualizar tu «manifiesto de la Neovendimia?
El Manifiesto de la Neovendimia lo publicamos junto a Paco Sabio y Marcelo Melchor Montoya en el 2005, una época que abarcó unos dos o tres años en los que estábamos como afiebrados, con una productividad literaria muy alta, dentro del grupo La Secta Literaria. Como suele suceder con casi todo lo experimental que se publica en San Rafael (¿en otros lugares también?), el Manifiesto pasó desapercibido sin pena ni gloria. Pero nosotros nos quedamos enamorados de esa publicación, en la que pudimos combinar lo experimental con lo social como nunca antes lo habíamos hecho.
Y ahora después de 5 años decidimos resucitarlo y colgarlo en la web (pensamos hacerlo a fines de este año, principios del que viene) para darle una mayor trascendencia y dotarlo de la vitalidad que siempre nos imaginamos para el Manifiesto: que sirva de plataforma para que otros artistas tomen en espíritu de la Neovendimia y puedan tal como dice el Manifiesto en su punto 19:
Neovendimia no busca instalarse y perdurar.
Neovendimia debe estar obligada a no durar. Debe pasar rápido, debe quedar obsoleta en poco tiempo, porque quedará sepultada por la reescritura que ella misma engendre. Neovendimia nacerá y ya mismo será fecunda, ya mismo hará nacer. Para que otras la reemplacen y la mejoren y la perfeccionen. Debe asimilarse y escurrirse rápido. Debe molestar y debe provocar y debe conmover y debe REVELAR.
3-Una reflexión
En tu ars poética de Promiscuos&Promisorios decís: «Escribo por el horror de tu belleza» ¿A qué otros abismos/verdades debe enfrentar el poeta a sus lectores?
Esa frase está alineada con la hipótesis de escritura planteada en La Belleza del Mal, que era la de tomar esos símbolos emparentados con el mal (dentro de la lógica evaluativa del cristianismo) o esos elementos que causan horror, y transformarlos en objetos poetizables. O sea, tomar por ejemplo la figura del Maligno, hacer un poema sobre él y lograr que sea bello. En esa transición me ubiqué como poeta, y desde ese lugar me animé a ver ciertos abismos y verdades que ojalá haya podido mostrar a los lectores.
Me gustan esos riesgos y naturalmente me siento atraído hacia la experimentación, el vértigo de lo nuevo, lo inexplorado. Entonces, cuando emprendo la aventura, deseo que los lectores me acompañen, aunque me dé cuenta que la mayoría de las veces me quedo un poco solo. Pero es la triste ventaja del escritor que no puede ganarse la vida con sus poemas: puede animarse a riesgos, suicidios estéticos, rutas imposibles, sin miedo a espantar a sus editores.
Algunos poemas de Fabricio Capelli
El perro viejo
Mi triste tristona es un hueso
con patas de gallo muy finas
muy de tiempo acumulado
en días
que siguen a los días
proletarios
en los bordes cenagosos patronales
en días
que cabalgan en los días
del pasado adolescente
en los bordes líquidos del verano.
Mi triste tristona es un hueco
muy profundo universal
en cada parte de mi parte
los huesos reumáticos
secados al tiempo
con paciencia siderúrgica
rumiando el tedio mecánico
y el lomo resignado
al ritual del explotado
despojado de sustancia
con recuerdo lagañoso
del hermoso aire suasorio
de las fábricas de Behrens
de los ruidos sincopados
que perfuman el verano.
*
El superdescriptor
Esta noche
en que tomas a tu palma de la mano
en que llorando arena
le has tirado al hombro un manto
y has salido presuroso
poniéndole pasos al patio
has salido de memoria
sin verdadera prisa
más por salir
más por manto y hombro.
Hacia el cometa has ido
a la altura de los astros
lejos del patio y del rastrillo
y de los trastos cotidianos.
Esta noche
en que el sol se eclipsa
por una mota de polvo
has salido venturoso
buscando las ganas de ser
un pobre alegre entre los pobres
más que
un pobre triste entre los ricos.
*
Succión y expulsión del bicho
Y aunque lo lleve a la muerte el intento
honrará a las moscas que custodien su carne
al carburo del burro que lo cargue en su lomo
mientras le siguen creciendo la barba y las uñas.
Y aunque le lleve este intento la vida
te seguirá peinando
con la palabra cardamomo
muy aromatizada
te nombrará en un susurro
no hablará de tu cuerpo
con la palabra alambre
muy torcido y oxidado
olvidado en un baldío
lamido por un perro.
Te recordará bien
brillando en un espejo
cuando hable de tus talones
y de cómo los días siguen a los días
y de cómo se duplican las cosas
cuando nombrándote en un silencio
te viste y te desviste
usando más de dos palabras.
Y seguirá así
hasta encontrar el punto
que termine de desvestirte
dejándote desnuda
lamiendo los bordes
a los que se atreve la tinta
y la boca se le pondrá negra.
Querrá seguir en vano
con la sílaba evaporada
se irá desvaneciendo
dejando un charco barroso
como esos días de lluvia
y el hastío de las cosas.
Y aunque lo lleve a la muerte este intento
honrará a los nadie en su entierro
a los que se esfuerzan con el llanto
y con el filo oxidado de la pala.
de Los perros mecánicos (inédito)
3 comentarios:
Quiero agradecerle a Fabricio las respuestas y la buena predisposición -vía mail- para atender mis constantes pedidos para esta entrevista.
Además quiero destacar que nos hemos entusiasmado charlando de lo que más nos gusta: la poesía. Y hemos encontrado sintonías acordes en las búsquedas como la inclusión del microrrelato en el poema y trabajar la ciencia ficción como motivo.
Un placer compartir sus reflexiones y más su poesía.
Me parece interesante, como a Hernán, la inclusión del microrrelato en el marco de un poema. El yo poético se multiplica, las voces se suman y ya no es sólo la poesía receptáculo de impresiones y sentimientos de "un alguien misterioso y sensible" (llámese yo lírico, poético) sino más bien el espacio para el diálogo polifónico, la inclusión de una historia contada y expresada con los recursos, las organizaciones estróficas y las posibilidades rítmicas que solo pueden desarrollarse en infinito hueco de un poema.
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